Identidad, Carisma y Misión

"Las Trabajadoras Misioneras de la Inmaculada" son miembros de la Sociedad de Vida Apostólica Donum Dei. Fundadas el 11 de febrero de 1950 en Francia por el padre Marcel Roussel - Galle que, movido por el deseo de hacer conocer el amor de Cristo a la humanidad descristianizada, recibió la inspiración del Espíritu Santo para reunir a jóvenes que se consagren a Él para siempre, para amarlo y hacerlo amar. 

Somos vírgenes cristianas que en respuesta al llamado de Cristo "Ven déjalo todo y sígueme" (Mt 5,28) nos consagramos a Él como sus esposas para siempre, ofreciéndonos al Amor Misericordioso de Santa Teresita de Lisieux.  

"Reproducir a Cristo en el pozo de Jacob" (Jn. 4)

Nuestra misión es de hacer entender el grito de Jesús "Dame de beber" a los hombres y mujeres de nuestro tiempo y de conducirlos a la fuente del 'Agua Viva' "Si conocieras el don de Dios" (Jn. 4)

Un camino de santidad

La Virgen Inmaculada es nuestro modelo perfecto de una vida virginal y esponsal. Es con ella y por Ella que cumplimos nuestro apostolado misionero: "Conducir las almas a Jesús fuente de 'Agua Viva'"

Aprendemos a amar a Dios y hacerlo amar siguiendo el camino de infancia espiritual de Santa Teresita de Lisieux y la doctrina de San Francisco de Sales. Nos comprometemos con nuestra sociedad contemporánea testimoniando de la misericordia de Dios a la manera de Santa Juana de Arco, virgen totalmente consagrada a Cristo en pleno corazón del mundo.  

Vivimos los consejos evangélicos de: pobreza, castidad y obediencia en un espíritu de familia internacional al ejemplo de la Santa Familia de Nazaret. Realizamos nuestra vocación misionera a través de nuestro trabajo, por el testimonio de toda nuestra vida y por las diferentes actividades apostólicas.

Participamos así a la misión evangelizadora para ayudar a que todo hombre y toda mujer pueda recibir por y con la Inmaculada el 'Don de Dios' Jesucristo rico en misericordia y perdón: "Si conocieras el Don de Dios".